Por Tomás Stilianos
Las puertas se abren y lentamente el recinto de la calle Niceto se llena de jóvenes de ayer y hoy, las parejas también se apersonan y se respira en el aire una alegría que puertas afuera no existe más que en afiches. Pez celebra el lanzamiento de su décimosexto disco de estudio: Pelea al horror , con un arte de tapa -a cargo de Gogogoch- que continúa de forma simbólica la protesta-comic de Rock Nacional (2016).
Sobre un fondo negro se encuentra un corazón apuñalado, magullado, cocido, con una porra en mano, que sonríe frente al horror. Un par de ansiosos no aguantan y con el flash del celular vislumbran el arte del disco, mientras otros sonrientes sostienen el vinilo bajo sus axilas. El reloj marca las diez menos cuarto y Niceto se inunda con la música de Angelo Badalamenti: la intro de la serie Twin Peaks anuncia que la mesa está servida. El telón se corre y sobre el escenario resaltan dos cosas: el clásico pin de Evita sobre el amplificador de bajo y una foto de Litto Nebbia, el "quinto Pez", pegada en el amplificador de guitarra (un guiño por Rodar, disco que la banda editará con este prócer del rock aborigen).
"Os Garcas" da el puntapié inicial y es entendible, su letra refleja estos tiempos:
"Fácil se puede arrastrar, odio abajo hacia la ceguera/
sepan, no estoy dispuesto a olvidar/
tienen preparado un plan que consiste en matar, matar/
digan lo que digan ya sabemos qué es lo que van a hacer".
Sin dar respiro, las siguientes cinco canciones van al hilo, y antes de lanzar un clásico del disco Los Orfebres, Ariel Sanzo -guitarra y voz- da las buenas noches y anuncia que la ausencia de banda soporte se debe a la prolongación del show donde habrá dos sets con un intermezzo compuesto por Juan Ravioli -guitarra, teclados y voz- para amenizar la espera.
El sonido de Niceto Club (Av. Coronel Niceto Vega 5510) es óptimo y cristalino, la base conformada entre Fósforo García -bajo- y Franco Salvador -batería- es una fiesta de groove y contundencia; en la mezcla final el teclado se pierde un poco en relación al resto, pero brilla bien al frente en las canciones nuevas.
La canción homónima, "Pelea al horror", es la primera del flamante disco en decir presente en esta noche. "1986" le sigue y es enganchada con su hermana mayor, "Casette", donde el dueño de los parches se encarga de la voz. "Carne roja" y "Los días poderosos" son uno de los picos del show, y dan por terminada la degustación del nuevo hijo de Pez en este set. "Haciendo real el sueño imposible", canción del álbum Fragilinvencible (2000) cierra la primera parte del recital con un egresado de la banda como invitado: Plablo Puntoriero presta su saxo para una instropectiva versión de uno de los temas más vertiginosos en el repertorio de la banda.
Sobreviene un momento de relajación y la música de Ravioli da pelea a la impaciencia. Con todo el recinto extasiado y la charla colectiva a flor de piel, se hace difícil escuchar con atención, pero lo compuesto por el -no tan- nuevo integrante de Pez es un cruce entre Joe Hisaishi y Frank Zappa. Antes del regreso se empieza a escuchar en loop la voz de Sanzo diciendo: “Esto va a pasar”.
Posicionados de nuevo sobre las tablas, el guitarrista repite como un mantra lo que suena por los parlantes, para arrancar la segunda parte de la velada con una muy sentida y fiel versión de "Seminare" de Serú Girán, una auténtica perla. Bajo esa sintonía de sensibilidad, "Bettie al desierto" sale a la cancha para ser enganchada con su hermana menor, "La balada del niño mudo, el perro blanco y la señorita Bettie", encadenada a su vez a "Toda la mañana" y "Para las almas sensibles", lo que origina un remolino de fervor y amor tangibles en la noche porteña.
De su segundo disco, Quemado, surge "Nubes toman formas tontas", donde Sanzo es poseído por el espíritu de Jerry García para luego ejecutar de manera triunfal "Difícil de conseguir". Terminada la seguidilla de temas más emotivos de la noche, "No te escucho bien" dice presente con una inmediata aprobación del público. Se extraña el uso de la pandereta en el estribillo, pero aun con el ingrediente faltante la canción es como ver la Tierra desde la Luna: una belleza absoluta. El final era inminente y el grupo entiende que para darle pelea al horror es necesario un poco de distorsión, por eso el fin fue como el inicio: bien arriba.
Una serie de joyas de sus álbumes Rock Nacional (2016), Volviendo a las cavernas (2011), Folklore (2004), Los orfebres (2007), Quemado (1996), y su debut Cabeza (1994) se encargan de cerrar la noche a puro agite. Las 33 canciones que sonaron dejaron un saldo de felicidad consciente en el público y la banda. Antes de irse, Sanzo anuncia que el 11 de noviembre, en el Teatro Vorterix (Av. Federico Lacroze 3455) será la presentación oficial donde “tocaremos los temas en orden y toda la sarasa”. Los aplausos se diluyen y sin darnos cuenta, Pez nos transformó en la tapa de su nuevo disco.
NICETO CLUB
Av. Coronel Niceto Vega 5510 (Palermo)
Teléfono: 4779-9396
Web: http://nicetoclub.com/
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