Por Tomás Stilianos
Bill Evans llenaba el aire mientras el público ingresaba al patio del Konex para celebrar la música de Luis Alberto Spinetta. El Marcapiel cerró los festejos por los 10 años del Konex y no podía ser de otra forma: una década atrás fue el mismo Flaco el que inauguró dicho patio. El show comenzó con "Fuga", un pastiche de diferentes canciones suyas que nadaba entre arreglos disparados en vivo por Claudio Cardone y Juan Carlos “Mono” Fontana en teclados. Todo el recital se compuso de una banda estable en donde iban rotando diferentes músicos: Sergio Verdinelli en batería (miembro de la última formación de Luis Alberto), Lito Epumer (ex Spinetta Jade) en guitarra, Dhani Ferron (ex Los Amigo) y Javier Malosetti alternaban bajo-guitarra.
Los invitados no se hicieron esperar: Emilio Del Guercio y Rodolfo García subieron al escenario para cantar “Hoy todo el hielo en la ciudad” y “Fermín”. Al finalizar los dos almendras se fueron con Verdinelli, dejándole los parches a Daniel Rawsi para interpretar una sentida “Amarilla Flor”, del disco Madre en años luz, con Ferron en voz. El trono del baterista fue ocupado entonces por Gustavo Spinetta y con Malosetti en guitarra y voz ejecutan un festejado “Cementerio Club”, parte del mítico Artaud. “Miro tu amor” y “Tu vuelo al fin” fueron entonadas por Baltasar Comotto quien supo darle un sacudón a la tranquila noche.
El set acústico fue abierto por Fabiana Cantilo en la voz de dos clásicos de Kamikaze: “Ella también” y “Casas marcadas”. Luego tomó el micrófono Lisandro Aristimuño para darle vida a “Fina ropa blanca”, estrella del disco Don Lucero. A esa altura de la noche algo para destacar eran las interpretaciones de algunas canciones y el sonido que se mantuvo desde el comienzo del show: cristalino y contundente, sin llegar a aturdir, emotivo sin impostación.
Tras una ovación inesperada pero merecida, Carlos “Machi” Rufino entró en escena con su bajo Fender, con el que tocó “Era de uranio” y “Durazno Sangrando”; vuelto Malosetti al escenario, Machi cantó “Enero del último día”; Del Guercio y García –esta vez en batería- dieron una revancha con “A estos hombres tristes”, dejando al público mudo. Mientras Rodolfo dejaba la batería Emilio dedicó unas palabras al próximo tema: “Esta canción la escribimos con Luis, es media psicodélica, diría que la escribimos el siglo pasado”, provocando una carcajada en Rodolfo, posicionado a su lado para cantar una espectacular “Leves instrucciones” del segundo LP de Almendra.
Como al principio, Cardone y Fontana quedaron solos mientras de fondo se reproducía el video de “Hiedra al sol”, del álbum Un mañana; con el Flaco en pantalla la canción se llenó de nuevos arreglos que dan fe de por qué Spinetta confió tanto en los tecladistas: su interpretación es brillante. Daniel Rawsi volvió tras los parches con un invitado que igualó las ovaciones de Machi: David Lebón subió y tocó lo obvio, “Despiértate nena”, y sorprendió con su interpretación de “Laura va”."Yo quiero ver un tren" salió de la garganta de Malosetti, y Pescado Rabioso volvió a decir presente: suena “Cristálida” en las voces de Aristimuño y Rubén Goldín, quien acto seguido interpretó “Figuración”.
Malosetti nos anuncia: “Esta es una canción que nunca se tocó en vivo”. Frente a todo el patio expectante, suena “Iris” de Los Amigo, el primer disco póstumo del Flaco. Durante la salida de Goldín y García, Malosetti paró la pelota y le recordó al público que al costado de la entrada se encontraba la gente de Conduciendo a Conciencia, una de las últimas banderas que Luis Alberto defendió para dar conciencia de la seguridad vial. Consecuentemente, “8 octubre” suena a través de Aristimuño y Cantilo en memoria de los chicos del Colegio Ecos.
El final es inevitable: todos los invitados subidos al escenario mientras Malosetti agradece a la organización, al Konex y a la gente por asistir. Pide que se apaguen los micrófonos e invita al público a cantar todos juntos “Quedándote o yéndote”. La emoción es tangible. Los aplausos se transmutan al grito de “¡Una más!”. La mitad de los músicos ya había abandonado el escenario, pero Javier se acerca al primer micrófono que ve y pregunta: “¿Se puede una más?”. Le dan luz verde y todos vuelven colocándose donde pueden para terminar el festejo tocando “Rutas Argentinas”, con un Malosetti que a mitad del tema le deja el bajo a Aristimuño para pedirle la batería a García y terminar la canción a puro golpe. Ahora sí, los aplausos vuelven a inundar el recinto. La imagen final era para llorar de alegría: Aníbal “La vieja” Barrios –eterno plomo del Flaco- se sube para abrazar a los protagonistas de la velada y el júbilo es extremo; Malosetti se despide y suelta la plegaria: “Espero que esto se vuelva a repetir en otro lado”, y que siga la melodía.
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